21.5.10

Relato de una Mamá...

Mi paso por el grupo significó el inicio del vínculo que elegí tener con mi hijo, me guió en los primeros pasos en el camino de “mirarlo” y “escucharlo” desde que estaba en la panza.
Después de haber leído montones de libros que decían montones de cosas y hasta se contradecían entre sí sobre como es mejor criar un hijo, el taller me dio la seguridad necesaria para tirar todo por la ventana y entregarme a la escucha y la intuición, a confiar en lo que me dice la piel sobre el.
El taller me ayudo a vivir con plenitud mi embarazo, tanto que en los momentos de mayor desorientación vuelvo mentalmente a esos momentos y eso me da mucha paz.
Además de la mano de todo el grupo se fue resignificando la palabra maternidad, dejó de ser un hecho fundamentalmente biológico para transformarse en un verdadero milagro, una suerte, una bendición ser mujer, para poder pasar por esa experiencia tan transformadora que es la de portar, parir y criar un hijo.
Marina.

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