23.9.10

Nacer por Cesárea?

Les comparto extracto del libro:
¿Nacer por Cesárea?
Como evitar cesáreas innecesarias y vivir cesáreas respetuosas.
Ibone Olza – Enrique Lebrero Martínez
Grupo Editorial Norma. 2006
Ventajas del PVDC
La noción de que una segunda cesárea (o tercera o cuarta) es más segura que un parto vaginal después de cesárea es falsa.
El útero es un músculo, para que se rompa debe de darse varios factores. Los dos factores que favorecen la rotura del útero son el estiramiento o la distensión de las fibras y la fuerza a la que están sometidas. La distensión de las fibras tiene que ver con la elasticidad de las mismas. Si antes ha habido una herida en el útero, como en el caso de la cesárea o de otras intervenciones quirúrgicas, el tejido reacciona formando una cicatriz de tejido fibroso. Este tejido es menos elástico y se distiende menos, por eso es un poquito más fácil que el útero se rompa cuando hay una cicatriz anterior. Pero hay que tener en cuenta la calidad de esta cicatriz y el estado de la musculatura uterina. Si la recuperación de la cesárea anterior fue favorable (no hubo infección uterina, lo que se llama endometritis), la mujer ha seguido una alimentación sana y equilibrada durante el embarazo actual y ha hecho ejercicio, la musculatura, es decir, el útero, estará en condiciones óptimas. Los orgasmos también son una manera de ejercitar la musculatura uterina.
La nutrición durante el trabajo de parto es otro aspecto que puede prevenir, o por el contrario, favorecer la rotura. Por eso es importante que estés bien hidratada (para ello no es necesario el gotero, sino beber agua durante el parto) y nutrida (que se te permita comer lo que desees). La rotura no sólo puede producirse en el momento del parto, en algunos casos se produce semanas antes de salir de cuentas. Es decir, que el embarazo ya es un factor de riesgo para la rotura. Sin embargo, el término rotura es poco apropiado para lo que se pretende describir.
Bajo el término de rotura uterina, se suele incluir dos situaciones muy diferentes: - lo que se llama dehiciscencia de la cicatriz anterior, que es como un ojal o ventana que se abre alrededor de la cicatriz y que, en la mayoría de los casos, no tiene mayor trascendencia. - La rotura verdadera es aquella en que el útero se desgarra extensamente (junto a la cicatriz o en otro lugar). En este caso, sí que es un riesgo importante para la madre y para el bebé, suele dar síntomas de dolor, alteración o pérdida del latido cardíaco fetal, bajada de tensión materna, las partes del bebé se palpan directamente en el vientre materno… es más fácil detectarla si la madre no esta anestesiada. En este caso la cirugía es urgente. Las posibilidades de tener una rotura uterina son bastantes remotas, el riesgo real es inferior al 1 por ciento, probablemente en torno al 0,4 por ciento.
Ventajas: El niño elige su fecha de nacimiento, es decir, está listo y maduro para venir al mundo. A él también se le roba la oportunidad de atravesar el canal de parto, de participar activamente en su nacimiento.
La recuperación de un parto vaginal es infinitamente mejor que una cesárea. Las hormonas del parto te ayudan después del mismo para la lactancia y vínculo con tu bebé.
Parto vaginal no condiciona tu futuro reproductivo, mientras que una cesárea repetida si. Con cada cesárea se incrementan los riesgos de tener complicaciones en el siguiente embarazo, el efecto es acumulativo.
A veces usan el argumento de la cesárea para hacer al mismo tiempo la ligadura de trompas, evitar la episiotomía o el daño del suelo pélvico. Pero no contemplan la necesidad de tener otro hijo, y de elegir las posturas para parir, el tiempo y factores en relación a la intimidad, fundamentales para un buen progreso de trabajo de parto.
La satisfacción emocional que produce el PVDC es uno de los motivos por los que muchas madres se alegran de haberlo intentado. Muchas mujeres se sienten plenas, satisfechas y hasta exultantes tras su parto vaginal.
En vez de amenazar a las madres con el mito de la rotura uterina, lo que se debería hacer es animar a las mujeres a confiar en su cuerpo, a celebrar su embarazo, a disfrutar del privilegio de gestar una nueva vida, a conectar con su bebé y a confiar en él.
Embarazo y Parto Vaginal después de la Cesárea
Algunas mujeres después de una cesárea, sobre todo si esta sucedió al final del parto, sienten el deseo de volver a concebir cuanto antes para poder parir, como una necesidad más o menos inconsciente de terminar el parto que quedó truncado…
Desear un parto es algo completamente legítimo, pero tal vez no debería ser la única motivación para concebir de nuevo…
El caso es que después de una cesárea, muchas mujeres pasan muchísimo tiempo soñando con el siguiente embarazo y parto. Algunas reconocen abiertamente sentirse “obsesionadas con el monotema” o son sus familiares o amigos los que no entienden que aun sin estar embarazada ya esté buscando el profesional que atenderá el siguiente parto… encontrar a un profesional que entienda tu deseo de lograr un parto natural puede no ser sencillo. Pero el papel del profesional en el PVDC es clave, necesitas encontrar alguien en quien poder confiar plenamente. Por eso nunca es demasiado tarde pronto para iniciar la búsqueda…
Dónde y con Quién?
Para parir es importante que elijas el sitio en el que más segura te vayas a sentir… la tienes que buscar tu misma… y donde puedas entregar un plan de partos, siguiendo las recomendaciones de la OMS, para que sean respetadas tus necesidades… (Puedes encontrar diversos modelos en la web: http://www.elpartoesnuestro.org/).
No sólo estás siendo responsable de ti misma, también ayudas a concientizar a los médicos de la alarma social que produce este tema, para generar discusiones científicas entre el equipo médico y también para que actualicen sus protocolos según la experiencia internacional.
Es importante elegir bien al profesional que te atenderá. Tómate tu tiempo, pregunta, escucha, reflexiona. Escucha tu intuición y tus instintos, confía en tu cuerpo, elige activamente que tipo de parto quieres en vez de dejarlo todo en manos de tu médico. La responsabilidad pertenece a ti y a tu pareja, no a los profesionales.
Cómo buscar al profesional que te atienda?
Procura hablar con otras madres, consulta sus experiencias;
En grupo de apoyo de lactancia, posparto, puedes contactar a mujeres que han optado por parto natural, anota toda información;
Realiza entrevista con por los menos dos médicos; anota tus preguntas para consultar;
Recuerda que los profesionales están a tu servicio, no al revés!
Por que cree el profesional que merece el privilegio de atender tu parto?
Te gustaría que esa persona te acompañara en un momento íntimo y sensual?
Podrás desconectar del mundo y abandonarte en su presencia, gemir, gritar, defecar, seguir lo que te pida el cuerpo?
Nada de lo que preguntes es tonto o ridículo, es para sentirte segura de si es la persona indicada…
Cuentan con parteras? Ella te puede ayudar de muchas maneras a lograr tu parto vaginal después de cesárea…
Si los profesionales que te rodean no creen que puedas parir, supondrán un serio obstáculo para tu parto. Si, por el contrario, están convencidos de que las mujeres pueden parir sin ayuda, la inmensa mayoría de las veces su confianza en tu capacidad innata te será de gran ayuda. Se debe respetar el inicio y la evolución espontánea del parto para asegurarse un buen proceso y minimizar las posibles complicaciones.
No debe de utilizarse anestesia epidural y las escasas inducciones con oxitocina tienen que ser cuidadosamente evaluadas.
Es importante para intentar un PVDC, haber tenido un posoperatorio normal en la cesárea anterior, sin infección uterina. La herida uterina ya está cicatrizada pasadas unas seis semanas del parto. La OMS recomienda espaciar los embarazos unos dos años, pensando en una mamá que amamanta.
El motivo de la cesárea anterior tampoco parece influir en el riesgo de rotura uterina, salvo una excepción: si ya hubo una rotura uterina en el embarazo anterior.
La preparación al parto en una mujer con cesárea previa tiene un objetivo claro: recuperar la confianza en el propio cuerpo.
Estos puntos te pueden ayudar:
Aclarar los motivos por los que se desea un parto vaginal después de cesárea. Puedes hacerlo tú sol, con tu pareja, o con quien quieras. Algunas de las preguntas pueden ser: Temes estar arriesgando la salud de tu bebé o la tuya por intentar un PVDC? Piensas en el fondo que la cesárea es la opción más segura o más sencilla en tu caso? Te sientes egoísta por desear un parto natural? Recuerda siempre que el PVDC es la opción más segura para ti y para tu bebé en la inmensa mayoría de los casos.
Revisa la historia de las mujeres de tu familia. Pide a tu madre, hermanas, tías o primas que te cuenten como han sido sus partos. Profundiza y analiza sobre como ha sido tu relación con tu cuerpo y tu sexualidad. Qué mensajes has heredado sobre la menstruación, masturbación, el parto o la lactancia? Has aprendido a celebrar tu feminidad o por el contrario desde pequeña aprendiste que ser mujer era una desventaja o la menstruación algo sucio parecido a una enfermedad? Cómo percibes tu cuerpo y tu salud?
Lee historias de partos y especialmente de PVDC, en Internet, puedes encontrar cientos de ellas, y en algunas listas de correo, puedes seguir el proceso de otras mujeres en tu misma situación. Sus experiencias te emocionarán y te servirán de apoyo en tu propio parto. Los videos de partos naturales o en casa también pueden ayudar enormemente a entender que el parto es algo que sucede con normalidad la mayor parte de las veces.
Trabajar los miedos. Los miedos se pueden desmontar de muchas maneras. Permite verbalizarlos, compartirlos, para liberarte y reconocerlos…
Visualizar. Revisa los mensajes que le envías a tu cuerpo. Ejercita tu confianza, puedes repetir frases como “mi cuerpo va a parir”, etcétera…
Habla con tu bebé. Explícale que quieres ayudarle a nacer, que confías en él… que deseas poder agarrarlo y abrazarlo en cuanto salga de ti, que has encontrado profesionales que los respetarán y que juntos harán un gran equipo.
Cuidar la nutrición, hacer ejercicio, practicar danza, tener orgasmos, etcétera…
Trabajo en pareja. “mi marido me dice que por qué no programamos la cesárea”. Te apoya tu pareja en tu decisión de intentar un parto vaginal? Seguro que él desea permanecer junto a ti en el parto? Algunos hombres prefieren no estar en el parto. Eso no quiere decir que quieran menos a sus mujeres ni que no vayan a ser buenos padres.
Comparte tus vivencias con otras madres, atrévete a hablar con sinceridad de tu viaje emocional, de tus deseos y tus dudas, de tus descubrimientos.
Celebra el embarazo de mil maneras. Puedes meditar, etcétera…
Recuerda que incluso al final del embarazo puedes cambiar del profesional o buscar otro centro si lo que percibes en el lugar actual no te permite confiar.
No es aconsejable aferrarse a fechas, ni dar exactas a los parientes, para que luego evites presiones en el último tiempo donde tienes que estar tranquila.
Hasta la semana 42 hay tiempo de esperar, comprobando el bienestar del bebé a través de la monitorización.
En el último período, realizar una inducción del parto sin motivo médico real, puede acabar en una cesárea innecesaria. Piensa y visualiza tu útero como un lugar hermoso y sano, conecta con tu bebé y escucha tu intuición.
Recordarás el nacimiento de tu hijo toda la vida…
El Parto es un acto sexual, o incluso la culminación del mismo tras nueve meses de gestación. El parto es un momento amoroso en el que intervienen las mismas hormonas que cuando hacemos el amor…
Necesitamos permitir que nuestro cerebro se deje guiar por las señales del cuerpo para “sentir” con intensidad, tanto para hacer el amor como para poder parir.

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