El Arte de Parir

Ser la Artesana, protagonista de tu Obra.

Dándole pinceladas de luz, brillo y color a tu Creación.

Herramientas que, como mujer, la Divina Madre te ofrece para desarrollar y compartir, acompañando el nacimiento de otro Ser con Amor, Sabiduría y Poder.

Te invito a su Reencuentro. A través de un contacto sentido y profundo desde el movimiento y la quietud. Desde el sonido y el silencio.

Sentir la solidez de tu propia Tierra… habitando tu cuerpo, primer hogar. Con una nueva mirada, que no juzga, que se siente poseedora, canal de vida. Que lleva innato el instinto de parir, en donde lo natural prima, retornando a la armonía de los ciclos, lo que cada trimestre solicita, revela y conmueve.

Despertar el Fuego Sagrado del corazón que manifiesta la sabiduría de tu Ser en comunión con el latir de otro Ser y de todas tus hermanas que entretejen juntas los hilos de La Vida.

Danzar en la aguas de las emociones, para purificarlas y sanarlas.

Trascender las barreras que limitan el disfrute de la gestación, y entregándose a los brazos de las Madres del Cielo, llenándose de Paz. Escuchándote y escuchando a tu niño.

Expresar a través del sonido y el canto, abriendo los espacios internos, para dar paso a la fluidez. Envolviendo con una dulce melodía al nuevo Ser. Vibrando en una misma sintonía los acordes que juntos trazarán en esta experiencia Madre-Hijo. Madre-Hijo-Padre.

A través de la mirada interna, bucearemos para despertar la fuerza creadora, aquella que te ha otorgado el milagro de Dar Vida.

El Útero, cuna misteriosa que protege y nutre otro Ser. Escuchar sus señales, que como órgano sensible responde al estado emocional, psíquico y mental.

Soltar las tensiones innecesarias que bloquean la conexión con el mismo. Permitiendo un vínculo sano con el bebé, desde los primeros meses de gestación.

Viviendo y bendiciendo cada momento, el presente como único e irrepetible.

Habitar el cuerpo, sus espacios internos. Dándoles Luz a las sombras, integrándolas amorosamente. Respira La Paciencia; La Aceptación; La Entrega; La Confianza; La Espera; La Quietud.

Reaprender la manera de relacionarse con una misma, posibilitando un contacto pleno con el bebé y con la pareja. Al respetarnos, amarnos, estaremos transmitiéndole una percepción distinta de la vida al niño por nacer. Donde el mundo es un lugar seguro, donde puede sentirse amado y aceptado tal como es.

Un nueva Mujer esta naciendo… celebremos su llegada, con alegría y reconocimiento abriéndole camino a su expansión. Mujer Sabia. Mujer Madre.

El Sol y La Luna contemplan la belleza de tu vientre, fuente de Vida que anida como un cálido y receptivo Cáliz, el Alma de otro ser; que aguardará plácida en las aguas de tu interior, para ir al encuentro de tus brazos, el aroma de tu piel y beber el dulce néctar de la leche, que tus pechos derramarán como el fluir de un manso río.

G.B